Todos los seres vivos necesitan de alimento y agua para poder sobrevivir. Pues bien, nuestras suculentas son seres vivos, por lo tanto, la luz es parte de su alimento para desarrollarse de manera saludable.
Siempre recomendamos primero, evaluar las condiciones de luz, que hay en tu propio espacio (tanto en verano como en invierno) ya que ésta se comporta de manera diferente, según la estación de turno. (Hay espacios con Mayor o menor luminosidad, más o menos humedad, etc.)
Al conocer el comportamiento de la luz en cualquiera de tus espacios, se te hará mucho mas fácil la tarea de saber dónde ubicar tus plantas y como mantenerlas en perfecto estado durante todo el año.
Las suculentas se mantendrán en perfectas condiciones mientras reciban mucha luz filtrada brillante, o sol directo en horarios donde no sea tan abrasivo (muy temprano en la mañana o en la tarde cuando cae el sol). Hay algunos cactus, que no tienen mayor inconveniente con estar a sol pleno, pero esto puede variar según la especie y según las condiciones del lugar donde esté.
Básicamente es la luz solar que llega por reflexión a un espacio. Se presenta de manera muy brillante. A veces, hay espacios en donde la luz puede entrar difusa por velos delgados, o incluso filtrada por el mismo follaje abundante de otras plantas de mayor tamaño que podamos tener, etc.
La cantidad de luz que reciban tus suculentas, solo puede ser medida y determinada por tu observación, que será clave.
Una de las ventajas que tienen estas especies, es que justamente por su resistencia, nos permiten tener margen de error para poder corregir a tiempo la cantidad de luz que están recibiendo. Muchas veces son expuestas por largos periodos a sol directo, solo por el hecho de creer, que al ser especies que crecen en lugares secos o desérticos, lo resistirán sin problema. O al revés, por ser muy resistentes, son dejadas sin una gota de luz, siendo que es un componente fundamental para su crecimiento.
Si tu planta tiene exceso de luz, es muy probable que las hojas y tallos presenten manchas de color marrón y una textura crujiente. En este caso, la recomendación es moverla inmediatamente a un lugar que no reciba luz solar directa. Evita como sea el sol directo del medio día, por que es la luz más dañina, y con ella tus especies se pueden quemar muy fácilmente.
Ahora, si en tu espacio hay muy poca luz, tu planta puede “etiolar”. La etiolación es un fenómeno que ocurre cuando crías tus plantas en oscuridad o condiciones de luz muy bajas, lo que hace que se desarrollen muy precariamente, causando el estiramiento anormal de los tallos (donde buscan la luz), palidez y debilitamiento de la planta. (Si te ha pasado, revisa como corregirlo aquí).
En este caso, puedes sacarlas diariamente a tomar la luz del sol. Te recomendamos hacerlo muy temprano en las mañanas, cuando es menos abrasivo (De 9:00 a 11:00 hrs) o sacarlas con la luz solar de la tarde (Después de las 17:00 hrs). Con 2 a 3 horas de exposición directa, en esos rangos, estarán bien. Ojo, esta transición se debe hacer poco a poco, ya que si pasas la planta de un lugar medio sombrío a sol directo, se te puede quemar por el cambio brusco.
Nunca olvides que cada planta es diferente y que por esa misma razón, responderán distinto según el lugar donde estén. No hay formulas exactas que aseguren el éxito en la mantención de nuestras plantas. Estos consejos irán funcionando en la medida que tengas paciencia y que vayas experimentando y ajustando cada detalle al entorno en donde están.
Abrazos!
